La clave es un símbolo usado en notación musical, cuya función es asociar las notas musicales con las líneas o espacios del pentagrama. Una clave asocia una nota en concreto con una línea del pentagrama, de manera que a las notas siguientes les corresponderán los espacios y líneas adyacentes.
Existen tres símbolos distintos para representar a las distintas claves, la clave de sol, la clave de fa y la clave de do, que llevan el nombre de la nota que designan a una línea de los pentagramas. Es obligatoria su colocación al principio de cada pauta, pero puede cambiarse durante el transcurso de la obra en cualquier momento, si se requiere.
Función de las claves
Estas tres claves designan sonidos distintos sobre el pentagrama: la clave de fa asocia a una línea del pentagrama el fa2, la clave de sol asocia el sol3, y la clave de do asocia el do3 (siendo éste, por convención, el do central del piano). De esta manera, se usa una u otra clave para determinar distintas tesituras. Si un instrumento tiene una tesitura fa cinco del pentagrama, pero mucho más cortas, para seguir el esquema de líneas y espacios en la partitura y que el instrumentista pueda reconocer la nota que se representa. Pero si se añaden muchas de estas líneas adicionales, se pierde la perspectiva y resulta muy complicado leerlo, y en otros casos, simplemente no hay espacio físico entre un pentagrama y el inferior o superior).
En teoría, al tener tres símbolos de tres claves distintas, y cinco líneas en el pentagrama, se podrían disponer de 15 posibilidades distintas de colocación de las claves, y por lo tanto, 15 posibilidades distintas de colocar cada sonido sobre el pentagrama. Pero en el pasado solamente se utilizaron siete de estas posibilidades: una para la clave de sol, dos para la clave de fa, y cuatro para la clave de do. Al conjunto de las tres claves y de estas siete posiciones se le denomina septiclavio.
Origen e historia
En su origen, la grafía del símbolo de cada clave se deriva del nombre de la misma según el sistema de notación musical anglosajón, que nombra a sus notas, y por extensión a sus claves, con letras en vez de con nombres (A en lugar de la, B en lugar de si, etc.). De manera que según este sistema, la clave de sol sería la clave de G, la clave de fa sería la clave de F, y la clave de do sería la clave de C. La G, la F y la C se usarían en su día para simbolizar las claves, y la actual grafía sería una versión transformada de estas letras. Este hecho, se asocia a un monje benedictino italiano, Guido D'Arezzo, que fue el creador de la notación musical, y el que puso las bases para el sistema musical que conocemos en la actualidad, aunque con anterioridad ya hubo otro intento de notación, propuesto por Hucbaldo.
En un principio, la música se transmitía de manera oral, pero llegó un momento en el que vio la necesidad de crear un sistema de notación para poder recordarla y transmitirla. Aunque al principio estos sistemas de notación eran bastante primitivos y solo marcaban la dirección de la voz, si el sonido era o no ascendente, este sistema se fue complicando. Uno de los principales problemas era nombrar a los sonidos que se cantaban, y poder representarlos por escrito, de manera que la clave fue uno de los primeros signos musicales en aparecer.
En los siglos XI y XII, ya se usaban claves, que se ponían al inicio de los tetragramas, ya que solo tenían cuatro líneas, y asignaban líneas a las notas. En el canto gregoriano había en un principio dos claves, la de do y la de fa, que se podían situar en distintas líneas, en la segunda, tercera y cuarta del tetragrama. Se utilizaron también para marcar las tesituras en las que cantaban las diferentes voces cuando se empezó a usar un sistema musical polifónico. La más antigua clave de do tenía forma de pequeña C, mientras que la clave de fa tenía forma de F, pero formada con tres pequeños cuadrados negros. Posteriormente se les unió la clave de sol.
La grafía de las claves fue modificándose, a lo largo de toda la Edad Media y Renacimiento, pero sobre todo es a partir del año 1600, con el inicio del Barroco cuando cambia, y se comienza a usar la misma simbología que usamos para representar las claves actuales, como se puede apreciar en las partituras de la época que han sobrevivido hasta ahora.
En ocasiones, las claves no representan el sonido real que interpreta un instrumento. Por ejemplo, el contrabajo, tiene sus partituras en clave de fa en cuarta, pero en realidad, los sonidos que emite no son los que están representados, sino que son una octava más grave. La guitarra, la flauta de pico alto, o en música vocal los tenores, están afinados una octava más grave de lo que indica la clave en la que están escritas sus partituras, en este caso,la clave de sol. En otros casos, ocurre al contrario, y el instrumento está afinado una octava más agudo de lo que indica su clave, como por ejemplo, la flauta píccolo, que tiene sus partituras escritas en clave de sol. A esto se le llama transposición de octava.
Para señalar que el instrumento está emitiendo los sonidos con una octava de diferencia de lo escrito en la partitura, se añade un 8 pequeño a la parte inferior de la clave, en el caso de que sea una octava más grave, y un 8 en la parte superior de la misma en el caso de que sea una octava más agudo. También existe la posibilidad de añadir un 15, lo que significaría que habría dos octavas de diferencia, pero esto apenas se usa.
En la mayoría de los casos, los editores no se suelen molestar en añadir el 8 a las claves de las partituras de estos instrumentos, ya que consideran que la diferencia de octavas está sobreentendida.
Hay otros casos en los que se amplía la tesitura de una clave, añadiéndole en algún fragmento de la obra la notación de octava, 8va en el caso de que sea más aguda, y 8vb en el caso de que sea más grave, para evitar tener que cambiar de clave o añadir muchas líneas adicionales.
A pesar de existir tantas posibilidades distintas de claves y posiciones en el pentagrama, solamente se usan normalmente siete de estas posibilidades. Los criterios para usar una clave u otra son principalmente dos, que la tesitura del instrumento que lo va a interpretar se adecúe al rango de notas que impone la clave, y que sea lo más claro y simple posible, para facilitar la lectura de la partitura al músico.
No se usa la clave de sol colocada en la tercera, cuarta o quinta línea, porque estaría dando las mismas notas que la clave de do en primera, la clave de do en segunda y la clave de do en tercera respectivamente. Son totalmente equivalentes, en cuanto al nombre de las notas y en cuanto a la tesitura. No tiene mucho sentido usar distintas claves para nombrar exactamente lo mismo. Si además tenemos en cuenta que las claves de do en primera y segunda línea son muy poco utilizadas, es muy innecesario usar más claves.
No se usa la clave de fa en la primera o en la segunda línea, porque tienen equivalencia de nombre y tesitura con la clave de do en tercera y la clave de do en cuarta respectivamente, así que no es útil porque estas claves de do son bastante utilizadas.
De entre las claves de do posibles, la que no se usa es la que está colocada en la quinta línea del pentagrama. Esto es porque tiene equivalencia de nombre y tesitura con la clave de fa en tercera. Si esta clave ya se usa poco, es innecesario crear más elementos para la notación.
Para las partituras de música vocal, normalmente se suelen representar en una misma partitura todas las voces, cada una en su pentagrama correspondiente, al igual que se hace en las particellas.Las voces que normalmente se representan en la música vocal polifónica son cuatro: soprano, contralto, tenor y bajo. Hasta hace un siglo, las claves que se usaban para cada voz eran distintas a las que se usan de manera general en la actualidad. La voz de soprano era representada en clave de do en primera, de ahí que se le denomine también clave de soprano. La voz de contralto, era representada en clave de do en tercera, de ahí que también se le llame clave de contralto. La voz de tenor, era representada en clave de do en cuarta, y por eso se le llama también clave de tenor. Y por último, la voz del bajo estaba escrita en clave de fa en cuarta. Por eso se le llama también clave de bajo.
En la actualidad, estas claves se han dejado de usar generalmente para la mayoría de estas voces, excepto para algunos fragmentos. Para las voces de soprano y contralto se usa la clave de sol, para tenor se suele usar la clave de sol, aunque como su tesitura es una octava más grave, se suele añadir un pequeño 8 en la parte inferior de la clave. El bajo mantiene su antigua representación en la clave de fa en cuarta.
En algunos casos, se puede representar estas partituras de música vocal en dos pentagramas en vez de en cuatro. En el pentagrama superior, en clave de sol, se representan las voces de soprano y contralto, y en el pentagrama inferior, en clave de fa en cuarta se representan las voces de tenor y de bajo.
El símbolo que representa a la clave de do, está formada por dos C al revés, una encima de la otra. Esto es porque en la notación anglosajona, la C representa a la nota do, y además se encarga de asignar a las líneas del pentagrama la nota do4 (do3 en notación franco-belga, do5 en notación de Riemann y C4 en notación científica americana), también denominado Do central. Esta clave tiene cuatro posiciones posibles, en la primera línea, en la segunda, en la tercera o en la cuarta, aunque las más utilizadas son las que se sitúan sobre la tercera o cuarta línea. Como generalidad, se usa para representar sonidos medios.
Clave de do en tercera
La clave de do que se sitúa sobre la tercera línea del pentagrama, se denomina clave de do en tercera o clave de contralto, debido a que la música para contraltos se solía representar en esta clave. Se usa para la música para violas, a veces para trombones y para música vocal antigua.
Clave de do en cuarta
La clave de do situada sobre la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de do en cuarta o clave de tenor. Esto se debe a que la música para tenor solía representarse en esta clave. Se usa para el fagot, como clave de transición para algunas notas agudas del violonchelo y para representar notas agudas del trombón. En ocasiones se puede ver todavía en partituras de música vocal antigua.y también se usa para la trompeta y la marimba
Clave de do en primera
La clave de do que se representa en la primera línea del pentagrama, siempre empezando a contar por abajo, se llama clave de do en primera o clave de soprano. En la actualidad no se utiliza, pero en otros tiempos se usaba sobre todo para representar la parte de soprano en las partituras vocales. Ahora se puede encontrar en textos antiguos, para algún fragmento cantado por sopranos.
Clave de do en segunda
La clave de do situada en la segunda línea del pentagrama, se denomina clave de do en segunda, o también clave de mezzosoprano, debido a que se usaba esta clave para representar la música de las cantantes mezzosoprano. Apenas se usa, excepto para algunos fragmentos para evitar añadir muchas líneas adicionales en la música para mezzosoprano. prr hp hj lp
La clave de fa se ha representado con dos símbolos distintos, aunque uno de ellos en la actualidad está en duda. Ambos símbolos provenían de una versión estilizada de la letra F, que en la notación musical anglosajona simboliza a la nota fa. Esta clave sitúa a la nota fa3 (fa2 según la notación franco-belga, fa4 según la notación de Riemann y F3 en notación científica americana) sobre el pentagrama, y tiene dos posiciones distintas sobre el mismo, o bien sobre la tercera línea, o bien sobre la cuarta línea. Su situación sobre una o sobre otra línea lo marcan dos pequeños puntos, uno encima del otro, que se colocan a la derecha de la clave y delimitando la línea a la que se refiere. Clave de fa en cuarta La clave de fa que se sitúa en la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de fa en cuarta y hace más tiempo se denominaba también clave de bajo, ya que para la música vocal la partitura de los bajos estaba escrita en esta clave. Es la clave en uso que permite escribir sobre el pentagrama sonidos más graves. En la actualidad, la usan sobre todo los bajos de la cuerda frotada, como el violonchelo y el contrabajo, y los instrumentos más graves de la familia del viento metal, como por ejemplo la tuba o el trombón y las de madera,como el fagot y en algunos casos, el contrafagot. También usada en percusión (redoblante, timbales, platillos, bombo, caja, etc). También se usa para la mano izquierda del piano, que da sonidos más graves que la mano derecha, que se escribe en clave de sol. Clave de fa en tercera La clave de fa que se sitúa en la tercera línea del pentagrama se denomina clave de fa en tercera. Se utilizaba como clave de transición para instrumentos de tesituras graves. Una denominación más antigua era clave de barítono, ya que en la música vocal, las partituras escritas para estos cantantes se escribía en esta clave. Se usa muy poco, o casi nada. Clave de fa en quinta
En alguna ocasión se ha usado la clave de fa situada en la quinta línea del pentagrama, como el caso del compositor Heinrich Schütz, pero en la actualidad no se utiliza. Daría el mismo nombre a las notas que la clave de sol en segunda línea, pero la tesitura sería dos octavas más grave. Es la clave que proporciona la tesitura más grave de todas las posibles combinaciones de claves en el pentagrama.
El símbolo usado para representar esta clave se basa en un espiral parecido a una G, unida a una especie de S. La clave de sol en la notación musical moderna se coloca en la segunda línea del pentagrama empezando por la de abajo, y esa colocación se guía por el inicio de la espiral que la forma. Durante el Barroco se la conocía como clave italiana. También se la denominaba “clave de violín” (puesto que las partituras para este instrumento se escriben en esta clave) o “clave de G” (utilizando la notación musical anglosajona). En inglés se denomina treble clef (‘clave para agudos’) y a veces “clave francesa”.
Esta clave se encarga de situar al sol4 (sol3 en notación franco-belga, sol5 el resto de las notas que estén escritas sobre la partitura se nombran a partir de esa. Es la clave que da la posibilidad de representar sonidos agudos, de manera que es la que usan los instrumentos con tesituras más altas. Sobre todo la usan el oboe, la flauta, el violín, algunos instrumentos de percusión, y la mano derecha del piano (a diferencia de la mano izquierda, que lee usualmente en clave de fa). En la música vocal, tanto la voz soprano como la contralto están escritas en esta clave si bien, en sus orígenes, esto no era así ya que cada una tenía una clave propia. La clave de sol es la más usada en la actualidad.
Durante el siglo XVII y el siglo XVIII, era costumbre escribir la música para violín o flauta, sobre todo la publicada en Francia, en una clave de sol en la primera línea, ya que daba la posibilidad de representar en el pentagrama sonidos un poco más agudos.
En el sistema de notación musical utilizado comúnmente en los países occidentales, el pentagrama (del griego: penta: cinco, grama: escribir) es el lugar donde se escriben las notas y todos los demás signos musicales. Tiene cinco líneas y cuatro espacios, que se enumeran de abajo hacia arriba. Las líneas son horizontales, rectas y equidistantes. La música se escribe por medio de signos que se colocan en el pentagrama. Los signos principales son:
Las figuras como representación de la nota musical: cada una de ellas indica duración de sonido y, situada específicamente en una de las líneas o de los espacios, corresponde a un tono musical determinado. La invención del pentagrama resolvió los problemas de representación gráfica del mismo. Cada vez que la melodía supera el ámbito de nueve tonos que cubre el pentagrama, se utilizan espacios y líneas adicionales, que se dibujan tanto encima como bajo el pentagrama, según sea necesario.
Aparte de las notas, en el pentagrama se ubica al principio la clave, los modificadores que indican la tonalidad usada (armadura), el compás y el carácter (afectuoso, marcial, etc.).
La música académica ha tenido un importante desarrollo en el Perú, desde el virreinato (Renacimiento, Barroco) con clara influencia española e italiana. Después de la Guerra con Chile y más a partir del siglo XX, se llega a la corriente Nacionalista —llamada indigenismo— alentada por la riqueza de motivos melódicos de la música de la costa y de los Andes (que ha aportado a muchas composiciones el sistema tonal de la pentafonía), que ha estado omnipresente en las obras de numerosos compositores, que a la vez se han adaptado a las corrientes de la vanguardia musical y el dodecafonismo provenientes del exterior.
Desarrollo inicial
La música clásica europea fue llevada al Perú durante la época de la colonia. Se usaba en el culto religioso, como vehículo de evangelización, y en la corte del Virrey. Si bien en Europa se estaba desarrollando ya el período Barroco, el estilo de la música clásica en el Perú durante la primera etapa del virreinato era más bien similar al de la época renacentista. Destacan en este período los compositores Juan de Araujo y Tomás de Torrejón y Velasco. Posteriormente, con la llegada a Lima del violinista y compositor Italiano (Rocco) Roque Cerruti, llega al Virreinato el estilo Barroco.
Los sonidos musicales están representados por las NOTAS. La altura sonora se representa situando estos signos en las diferentes líneas y espacios del pentagrama.
Tenemos siete notas musicales, que ordenados de grave a agudo forman la escala musical. Las notas son DO, RE, MI, FA, SOL, LA y SI.
Para situar las notas, que por su altura no se pueden representar dentro del pentagrama, se utilizan unas pequeñas líneas que amplían momentáneamente la extensión de la pauta musical. Estos signos se llaman LÍNEAS ADICIONALES.
Piano
Instrumento musical de tecla, cuyas cuerdas son percutidas mediante martillos. El piano mecánico es un instrumento reproductor de música adaptado a un piano ordinario. La pianola es una de sus modalidades.
El piano consta de cuatro partes principales: caja, cuerdas, mecanismo y pedales. La caja suele construirse en madera de abeto o de haya y se coloca horizontalmente en el piano de cola o verticalmente en el piano vertical.
La peculiar historia, características técnicas, posibilidades musicales y la, no del todo explicada, repercusión social de este instrumento, hace que le hayamos dedicado una atención especial.
Quizás su polivalencia, la capacidad de adaptarse a (y ser adoptado por) multitud de estilos y movimientos musicales, sus posibilidades sonoras, etc. han hecho que este instrumento, que en sus inicios no parecía tener muchas posibilidades de hacer historia, haya llegado a ser uno de los más populares (si no el más popular de todos) en la sociedad actual, superando incluso la evolución tecnológica que, en un principio parecía su gran enemigo, ya que la electrónica y la informática parecieron, en algún momento, llegar a ser sus grandes competidores.
Así como el clavecín y el clavicordio (incluso el órgano, con sus tremendas posibilidades tímbricas), se limitaron finalmente a una función bastante específica, el piano consiguió diversificar sus funciones de una manera increíble. Los grandes compositores, algunos de los cuales lo criticaron en un principio, llegaron a crear un lenguaje para él, además de que lo adoptaron como el instrumento que les permitía expresar, él solo, conceptos camerísticos y orquestales, dada su capacidad de polifonía. Y quizás sea el único instrumento al que algunos grandes compositores se han dedicado de manera exclusiva.
También, ya en la historia más actual, fue adoptado por otros estilos musicales, desde el jazz hasta la música más popular (llamada por algunos "música ligera", "moderna" o "de entretenimiento"). Y ésto, sin haber tenido en cuenta que este instrumento está considerado como el más "pedagógico" para el aprendizaje de la música. HISTORIA DEL PIANO
Si bien a principios del siglo XVIII el clave es el instrumento más considerado, con compositores de la talla de Bach, Haendel o Scarlatti como figuras representativas, a mediados de este siglo, comienza a surgir en el norte de Europa un interés cada vez mayor hacia el clavicordio. El motivo no es otro que su capacidad expresiva, de la que básicamente carecía el clave, aunque por lo que respecta a potencia sonora, dejaba bastante que desear.
Una diferencia técnica esencial establecía aquella otra diferencia expresiva. Así, mientras el clave es un instrumento en el que las cuerdas son punteadas por una púa o plectro, (tal como ocurre en una guitarra, aunque en ésta se pulsa con los dedos), en el clavicordio las cuerdas son "percutidas" o golpeadas por lengüetas metálicas que, al permanecer sobre la cuerda hasta que se deja de pulsar la tecla, permiten "manejar" el sonido después de haber percutido la cuerda.
Pero en este periodo histórico, la música estaba evolucionando enormemente y se hacía necesario un instrumento que tuviera mayor potencia sonora y mayor capacidad expresiva. Se soñaba con el instrumento que permitiera la repetición de notas a gran velocidad, que fuera muy sensible a la pulsación del instrumentista, creando dinámicas y matices claramente diferenciados. Tras diversos intentos por parte de diversos constructores, Bartolomeo Cristofori en Florencia (Italia), presenta su "clavicembalo col piano e forte" que resolvía decisívamente todos estas necesidades. Era el año 1709.
En el Pianoforte de Cristofori, el mecanismo resultaba genial: un macillo golpeaba la cuerda, retirándose inmediatamente después, y quedando listo para un nuevo "ataque". Cada cuerda tenía su apagador individual, íntimamente ligado al mecanismo anterior.
Aunque Cristofori sigue dedicándose a la fabricación de claves, su invento llega a conocimiento de un constructor alemán llamado Silbermann, que comenzó a aplicar y desarrollar este mecanismo en sus instrumentos. Bach llegó a conocer estos primeros pianos, de los cuales no se mostró muy entusiasta. Silbermann siguió mejorando sus instrumentos y podemos decir que verdaderamente fué él el auténtico divulgador de la idea de Cristofori.
Dos discípulos del constructor alemán, Johannes Zumpe y Johann Andreas Stein, desarrollaron paralelamente, uno en Inglaterra y el otro en Austria, sendas escuelas de constructores de pianos. Zumpe se dedica a desarrollar un instrumento más reducido (su "piano cuadrado", que tuvo un gran éxito) y con una buen potencia sonora. Este tipo de piano llegó a cruzar el Atlántico, alcanzando también un gran reconocimiento en el nuevo Continente. Se puede considerar perfectamente que los conocidos pianos "Steinway" son descendientes de aquellos pianos ingleses, de donde podemos deducir la influencia de la escuela inglesa en la fabricación y difusión del piano.
Por su parte, Stein, en Augsburgo (Austria), con una mecánica más fiel a la de Cristofori, crea un instrumento extremadamente ágil que enamora a Mozart, quien a partir de conocer este instrumento lo adopta para su trabajo. La hija de Stein, Ninette, gran pianista por otra parte, traslada la fábrica a Viena y sigue con el negocio familiar, creando pianos que encandilaron a compositores de la talla del mismísimo Beethoven
Por otra parte, surge en Francia otra escuela de constructores de pianos, encabezada por Sebastian Erard, que perfecciona el mecanismo de los ingleses y construye en 1790 un piano de cola con el sistema de "falso macillo". Incorpora a sus pianos el pedal de resonancia y las tres cuerdas por tecla en algunas zonas del piano, para aumentar su potencia.
No podemos dejar de tener en cuenta aquí el papel importantísimo de los compositores/intérpretes, que muchas veces fueron también constructores. Ellos, que crearon una nueva música para este nuevo instrumento, muchas veces exigían y aconsejaban a los constructores, para optimizar las capacidades del piano.
Por fín, con la llegada de la era de la industrialización y el piano ya impuesto por todas partes, comienza su eclosión. Entre 1870 y 1917, tiene lugar el primer gran "boom". Bechstein, Steinway, Pleyel, fabrican decenas de miles (y cientos de miles, también) de pianos, además de que las fábricas de este instrumento aparecen por centenares. El piano pasa de ser un producto de artesanía y caro, a ser un producto fabricado en serie, de precio asequible y que se instala en todo hogar con unas mínimas condiciones económicas.
Con la crisis americana de 1929, todo esto termina: la producción cae en picado y desaparecen decenas y decenas de fábricas. A principios de 1960, aparecen los japoneses en escena, fundamentalmente las casas Yamaha y Kawai. Actualmente, después de años de supremacía del mercado americano, los japoneses han desbancado a los fabricantes estadounidenses encabezados por Steinway. EL PIANO COMO INSTRUMENTO Estructura básica
Los componentes principales de un piano son:
·La tapa armónica. Al igual que en otros instrumentos de cuerda, es el elemento de resonancia que amplifica el sonido generado en las cuerdas, y es uno de los principales componentes por lo que respecta a la calidad del sonido del piano. Generalmente de madera de abeto, en el piano de cola puede tener un grosor de 8 milímetros.
·La caja o mueble. Aunque su forma puede tener alguna importancia respecto al sonido resultante, el color del mueble de un piano resulta del todo indiferente, aparte de la estética. Está fuertemente reforzada para sostener la placa de hierro fundido, que soporta las cuerdas y el clavijero.
·Las cuerdas que, en un instrumento considerado "standard", son 224, con una tensión que oscila entre 15 y 20 toneladas y se tensan sobre un puente, al igual que pasa con el resto de instrumentos de cuerda. Son de varios tipos, según pertenezcan a la sección de graves o al resto. Los bordones (cuerdas para los sonidos graves) constan de un alma de acero con un entorchado de cobre. El resto son de acero duro al carbono y trefiladas.
·El clavijero está colocado en la parte del piano cercana al teclado (hablamos de un piano de cola) y en él van sujetas las cuerdas con un sistema que permite su afinación.
·El teclado y la maquinaria con el mecanismo encargado de transformar el movimiento de la tecla en percusión sobre la cuerda.
·los pedales y sus mecanismos respectivos.
·La tapa del mueble no exenta de importancia, ya que tiene la función de proyectar el sonido generado en el instrumento hacia el público, además de su función obvia de cerrar el mueble.
El mecanismo
El mecanismo encargado de hacer vibrar cada cuerda por mediación de su tecla correspondiente es de una gran precisión y está formado por más de 60 piezas. En esencia, ha de golpear la cuerda y liberarla inmediatamente, para permitir que vibre libremente, apagándola cuando el intérprete lo considere. Además ha de facilitar el movimiento de repetición de la percusión si este fuera el caso.
De todo ello resulta un mecanismo bastante complejo que ha de realizar toda una serie de acciones con una gran precisión y velocidad en el mayor número de ocasiones. A continuación presentamos un esquema de ese mecanismo en un piano de cola y en uno vertical Los pedales
Los pianos de cola tienen dos o tres pedales, según las marcas y su tamaño. Los pianos verticales suelen tener dos pedales y en ocasiones un tercero, que se limita a realizar una labor de sordina, sin ningún interés musical
El pedal de resonancia actúa levantando el conjunto de apagadores, en su totalidad. Con ésto se permite que, además de la cuerda que es percutida, suenen todas las que reaccionan por simpatía, así como la tapa armónica, con lo que se consigue un sonido más profundo y con un efecto de reverberación (no confundir con el efecto de amplificación, que no tiene aquí lugar).
El pedal celeste actúa de dos maneras, según el piano sea de cola o vertical. En el piano de cola desplaza todo el teclado casi un centímetro hacia la derecha, con lo que solamente se golpea dos de las tres cuerdas que generan cada sonido. En el piano vertical, acerca todo el mecanismo a las cuerdas, con lo que disminuye el trayecto del martillo hasta la cuerda. En ambos casos se consigue dos efectos: se amortigua el sonido y se obtiene un timbre diferente.
El pedal tonal es el que solo existe en algunos tipos de pianos de cola. Actúa igual que el antes mencionado pedal de resonancia, pero en vez de levantar el conjunto de apagadores, solamente levanta el de las teclas que en ese momento estén bajadas, lo que permite mantener acordes mientras se intepreta el resto del pasaje con ambas manos, cosa que de otra forma resultaría imposible. EL PIANO Y LA MÚSICA
Una imagen tópica del pianista es la del intérprete como solista en un escenario. Y es bien cierto que una inmensa parte de la música compuesta para él, aprovecha esa capacidad extraordinaria del piano para llenar por sí solo, con su peculiar sonoridad, casi cualquier escenario. Su capacidad polifónica y la técnica desarrollada para el instrumento hacen que la música posible con el piano sea casi ilimitada.
Pero, no pretendemos seguir destacando en estas líneas algo que es bien conocido y sí, en cambio, resaltar otros aspectos menos conocidos relacionados con su capacidad musical. Así pues, aunque la figura del solista parece caracterizar al pianista, al piano y a la mayor parte del repertorio de música para este instrumento, no podemos despreciar todo un mundo de música compuesta en la que el piano participa con otros instrumentos, con una orquesta entera, como acompañamiento para la voz e incluso frente al sonido electrónico.
Desde el punto de vista de la formación y la musicalidad del pianista, es mucho lo que esta música puede aportarle. Determinado rigor rítmico, por poner un ejemplo, no se exige de la misma manera cuando se actúa como solista o como acompañante. Acompañar cantantes (algo considerado en ocasiones como un arte menor, hasta que geniales pianistas, dedicados al acompañamiento, han demostrado en diversas ocasiones que la capacidad técnica y musical que poseen no la tienen algunos solistas) puede enseñar al pianista a respirar, a frasear, a conducir una línea melódica. Tocando con la orquesta, el pianista aprende a ceñirse a determinados requerimientos rítmicos y dinámicos que en la interpretación en solitario no son tan necesarios. La precisión, en todo momento de la intepretación con la orquesta, se hace inexorable. Leyendo partituras de orquesta, realizando las pertinentes reducciones respetando los movimientos de las voces, sacará conclusiones que seguramente nunca hubiera obtenido de las partituras exclusivamente compuestas para piano.
Y, por fín, con las posibilidades que la electrónica nos brinda, tanto a nivel informático como a nivel de síntesis del sonido, se abre un nuevo campo de experimentación a nivel tímbrico, ya sea con el propio sonido del piano, o confrontando su propio timbre con nuevas sonoridades externas, de todo lo cual ya existen importantes muestras de grandes compositores contemporáneos.
Para piano solo Polonesas: una veintena de piezas diferentes compuestas, de manera independiente o en ciclos de dos o tres piezas, entre 1817 y 1846, ocupando en la práctica toda su vida como compositor. Mazurkas: 46 diferentes, normalmente publicadas en ciclos de cuatro (a veces sólo tres), y compuestas, como las Polonesas, durante toda su vida, a partir de 1825. Valses: 18 diferentes, publicados aislados o en series de dos o tres, más el denominado Gran Vals (en mi bemol mayor, opus 18). Sonatas: tres; en do menor, opus 14 (1828); en si bemol menor, opus 35 (de 1839, incluyendo una marcha fúnebre compuesta anteriormente); en si menor, opus 58 (publicada en 1845). Estudios: dos series de doce piezas cada una (opus 10, compuestos en 1832; opus 25, publicados en 1837), más los denominados 3 nuevos Estudios de perfección…publicados en 1840. Scherzos: cuatro, publicados en los años 1835, 38, 40 y 43. Baladas: cuatro, publicadas en los años 1836, 40, 42 y 43. Preludios: los veinticuatro del opus 28 (publicado en 1839) más el opus 45 en do sostenido menor, compuesto hacia 1834 y publicado en 1941. Nocturnos: 19 piezas diferentes, agrupadas en series de dos o tres distintas. El incluido en el opus 72 se acompaña por una Marcha fúnebre y tres obras denominadas Escocesas. Impromptus: tres diferentes, en la bemol mayor opus 29, en fa sostenido mayor opus 36, y en sol bemol mayor opus 51. Fantasías: una en fa menor, opus 49, y la conocida como fantasía-impromptu en do sostenido menor, opus 46. Rondós: cinco distintos, compuestos entre 1825 y 1828.
Diversas variaciones, el Allegro de concierto opus 46, la Contradanza en sol bemol mayor, el Bolero en do mayor, el Cantabile de 1834, la Hoja de álbum de 1843, el Largo en re mayor, la Tarantela opus 43, la célebre Canción de cuna en re bemol mayor y la Barcarola en fa mayor.
Sus principañes obras: Para piano y orquesta La cidarem la mano, en si bemol mayor, opus 2 (publicada en 1830) Gran Concierto para Piano con Orquesta, en mi menor, opus 11 (1830), conocido normalmente como el Concierto nº 1. Gran Fantasía sobre canciones polacas, en la mayor, opus 13 (anterior a 1831). Krakowiak. Gran Rondó de Concierto, en fa mayor, opus 14 (publicado en 1834). Segundo Concierto para Piano con Orquesta, en fa menor, opus 21 (1829). Gran Polonesa Brillante precedida de un Andante Spianato para piano con orquesta, opus 22 (compuesta entre 1831 y 1832). Tras este nombre kilométrico se encuentra una de las obras más celebres del autor polaco. Para varios instrumentos
·Introducción y Polonesa brillante, para piano y violonchelo.
·Primer Trío, para piano, violín y violonchelo.
·Gran Dúo Concertante, para piano y violonchelo (sobre temas de "Roberto el Diablo").
El estilo de Chopin viene determinado, primeramente, por la música prerromántica para piano, tanto de compositores extranjeros (Weber, Hummel, el irlandés Field) como polacos (el príncipe Oginski, Franz Lessel, Maria Szymanowska); pero también bebe, y con provecho, de la tradición clásica, con Mozart y Beethoven al frente. Las melodías de la ópera italiana (Bellini, especialmente) se advierten también en su estilo. Pero la más poderosa influencia es, sin duda, la del folklore polaco, que da a su música un carácter marcadamente nacional y convierte al compositor en un avanzado del nacionalismo musical que dominaría la segunda mitad del siglo.
Chopin alcanza su madurez a muy temprana edad. Pero a partir de ese momento resulta difícil advertir una evolución clara. No obstante, sí pueden determinarse tres etapas claramente definidas. La primera se extiende hasta 1830 y se caracteriza por el dominio de formas clásicas como el rondó, la sonata o el trío, que Chopin utiliza con originalidad imponiendo su personalidad pianística. La segunda ocupa toda la década siguiente y en ella el compositor opta por la formas libres, simples, de un solo movimiento, típicas de la expresión musical del Romanticismo. En estas obras el folklore se hace presente cada vez con más fuerza. En la última etapa, sus años finales, el autor regresa a la sonata y demás formas clásicas, pero convertidas ya en estructuras adaptadas plenamente al Romanticismo.
Es en las obras breves y de aparentemente menor ambición, en las mazurcas, los nocturnos, las baladas o los valses, donde quizás se refleja mejor la sensibilidad del compositor polaco y en donde Chopin alcanza la cumbre de su estilo, en el que el dramatismo, la expresividad y el enraizamiento en lo popular son las notas características.
Nacido en una familia de clase media, la educación que recibió Chaikovski estaba dirigida a prepararle como funcionario, a pesar de la precocidad musical que mostró. En contra de los deseos de su familia, decidió seguir una carrera musical y en 1862 accedió al Conservatorio de San Petersburgo, graduándose en 1865. La formación que recibió, formal y orientada al estilo musical occidental, lo apartó del movimiento contemporáneo nacionalista conocido como el «Grupo de los Cinco» conformado por un grupo de jóvenes compositores rusos, con los cuales Chaikovski mantuvo una relación profesional y de amistad a lo largo de su carrera.
Mientras se desarrollaba su estilo, Chaikovski escribió música en varios géneros y formas, incluyendo la sinfonía, ópera, ballet, música instrumental, de cámara y la canción. A pesar de contar con varios éxitos, nunca tuvo mucha confianza o seguridad en sí mismo y su vida estuvo salpicada por las crisis personales y periodos de depresión. Como factores que contribuyeron a esto, pueden mencionarse su homosexualidad reprimida y el miedo a que se revelara su condición, su desastroso matrimonio y el repentino colapso de la única relación duradera que mantuvo en su vida adulta: su asociación de 13 años con la rica viuda Nadezhda von Meck. En medio de esta agitada vida personal, la reputación de Chaikovski aumentó; recibió honores por parte de obtuvo una pensión vitalicia y fue alabado en las salas de conciertos de todo el mundo. Su repentina muerte a los 53 años suele atribuirse generalmente al, pero algunos lo atribuyen a un
A pesar de ser popular en las audiencias de todo el mundo, Chaikovski recibió a veces duras críticas por parte de críticos y compositores. Sin embargo, su reputación como compositor de importancia es hoy en día segura y ha desaparecido por completo el desdén con el que los críticos occidentales a principios y mediados del siglo XX catalogaban su música como vulgar y falta de pensamiento.
Johann Sebastian Bach nacio el 21 de marzo de 1685 en Eisenach y murio el 28 de julio de 1750 en Leipzig
Era el hijo mas joven de Johann Ambrosius Bach, musico de la ciudad, de quien Johann Sebastian aprendió probablemente el violín y los rudimentos de la teoría musical.
Cuando tenia diez años quedo huerfano y fue a vivir con su hermano mayor, Johann Christoph, organista en la iglesia del St. Michael, Ohrdruf, que le dio lecciones tocando el teclado.
A partir del año1700 al 1702 estuvo en la escuela de St. Michael en Lüneburg, donde cantaba en el coro de la iglesia y entro en probablemente el contacto con el organist y el compositor Georg Böhm.
Él también visitó Hamburgo para oír J.A. Reincken en el organo de la iglesia del St. Catherine.
Despues de competir sin éxito para el puesto de organista en Sangerhausen en 1702, Bach consiguio el puesto de organista en el Neukirche en Arnstadt. En junio de 1707 se traslado a St. Blasius, Mühlhausen, y cuatro meses mas adelante se caso con su prima Maria Barbara Bach en Dornheim.
Designaron a Bach organista y musico de la corte del duque de Saxe-Weimar en 1708, y en los nueve años siguientes Bach fue organista principal y compuso muchos de sus trabajos
Durante este tiempo el tuvo siete niños, incluyendo a Wilhelm Friedemann y Carl Philipp Emanuel. Cuando, en 1717, designaron a Bach Kapellmeister en Cöthen, se le ordeno dejar Weimar y como se nego fue puesto preso por el duque por casi un mes.
El nuevo patron de Bach, principe Leopold, era un musico talentoso que amaba y entendia el arte. Y Bach, podía dedicarse a la composicion musical. A partir de esta fecha creo sus conciertos de violin y los seis Conciertos de Brandenburgo, y numerosas obras para clave, incluyendo varios (e.g. las invenciones y el libro I de los “48”) .
En 1720 Barbara murio mientras Bach visitaba Karlsbad con el principe; y en diciembre del año siguiente Bach se caso con Ana Magdalena Wilcke.
Bach permanecio como en Leipzig el resto de su vida, y aunque a menudo estaba en conflicto con las autoridades, era un hombre feliz de su familia y padre orgulloso que cuidaba mucho de ellos.
Sus deberes se centraron en los domingos y los servicios de días de Fiesta en las iglesias principales de la ciudad , y durante sus años en Leipzig Bach compuso cantidades prodigiosas de musica de iglesia, incluyendo cuatro o cinco ciclos de cantata, el Magnificat y las pasiones del St. Juan y del St. Matthew.
Él era por este tiempo renombrado como organista virtuoso y con demanda constante como profesor y experto en la construccion y el diseño deórgano.
Su fama como compositor se separo gradualmente más extensamente cuando, a partir de 1726 hacia adelante, él comenzo poner ediciones publicadas de su música para teclado y organo.
Tuvo 13 niños nacidos de su matrimonio con Ana Magdalena
La vista de Bach comenzo a deteriorarse durante 1750 y el oculista ingles Juan Taylor lo opero dos veces. Las operaciones y el tratamiento que las siguieron pudieron haber acelerado la muerte de Bach. Él tomo el communion final el 22 de julio y murio seis días más adelante.
El 31 de julio lo enterraron en el cementerio del St. Juan. Su viuda, Ana Magdalena, sobrevivió a Bach, diez años, muriendo en la pobreza en 1760.
Bach abraza prácticamente cada genero musical de su tiempo a excepcion de los dramaticos de la opera y el oratorio (sus tres “los oratorios” que son oratorios solamente en un sentido especial). Bach abrio nuevas dimensiones en virtualmente cada departamento de trabajo creativo al cual dio vuelta, en formato, calidad musical y demandas tecnicas.
La densidad y complejidad de su musica son tales que los analistas y comentaristas han descubierto en el la significación religiosa y numerological que raramente se encontrara en la música de otros compositores.Sus trabajos pronto fueron adoptados como modelos para las nuevas generaciones de musicos. Junto con el gran Haendel, contemporaneo de Bach era el gran representante pasado de la era barroca, en una epoca que rechazaba ya el Barroco estetico a favor de uno nuevo, mas ligero.
Obras importantes de Bach son:
La Pasión Según San Mateo.
La Pasión según San Juan.
Oratorio de Navidad.
Oratorio de Pascua.
- Música para clave: El clave bien temperado, Invenciones y sinfonías, Partitas, Suites francesas e inglesas, Variaciones Goldberg...
Suites para violoncelo
Partitas para violín
Conciertos de Brandemburgo
Suites para orquesta
El arte de la fuga (música especulativa)
Por supuesto, todas sus Cantatas, tanto religiosas como profanas.
Wolfgang Amadeus Mozart, cuyo nombre completo era Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart,[1] (Salzburgo, Austria; 27 de enero de 1756 – Viena, Austria; 5 de diciembre de 1791), fue un compositor y pianistaaustriaco, maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.
La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época y alcanza más de seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una popularidad y difusión universales.
En su niñez más temprana en Salzburgo, Mozart mostró una capacidad prodigiosa en el dominio de instrumentos de teclado y del violín. Con tan solo cinco años ya componía obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de la aristocracia y realezaeuropea. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevada a la categoría de mito.
En palabras de críticos de música como Nicholas Till, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la elegancia, a la oscuridad y la pasión —todo bien fundado por una visión de humanidad «redimida por el arte, perdonada y reconciliada con la naturaleza y lo absoluto». Su influencia en toda la música occidental posterior es profunda; Ludwig van Beethoven escribió sus primeras composiciones a la sombra de Mozart, de quien Joseph Haydn escribió que «la posteridad no verá tal talento otra vez en cien años»
Sinfonía: Nº 1 en do mayor (1799) Nº2 en re mayor (1802) Nº3 en mi bemol mayor (heroica) (1804) Nº4 en sí mayor (1806) Nº5 en do mayor (1808) Nº6 en fa mayor (pastora) (1808) Nº7 en la mayor (1812) Nº8 en fa mayor (1812) Nº9 en re menor (coral) (1823)
Música de cámara: Diecisiete cuartetos de cuerda (1798-1826) Diez sonatas para violín, incluidas la sonata de primavera y la sonata de kreutzer.
Obras de piano: 32 sonatas, incluidas la patética, claro de luna, waldstein y appasionata.
Música vocal: Ópera: fidelio (1804-1814)